BeLLA ViLLA
" La literatura a tajo abierto"
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Edición No. 134, abril de 2014
Directores:
Raúl Jaime Gaviria
Hernán Botero Restrepo
Publicación de Revista AsfódeloRaúl Jaime Gaviria
Hernán Botero Restrepo
email: revistasfodelo@yahoo.com
Mito y realidad en García Márquez
Por Raúl Jaime Gaviria
El devenir humano de las naciones
va unido, indisolublemente, al genio de sus poetas y escritores. ¿Podría acaso
concebirse a la Rusia actual sin Pushkin? o a la Inglaterra contemporánea sin
Shakespeare? Y así podríamos ampliar la lista con autores como Goethe, Whitman,
Víctor Hugo y muchos más que han hecho su aparición en determinado momento de
la historia y que, por medio de sus obras, son fundamentales para entender, ya
no solo la literatura de sus respectivos
países, sino el talante espiritual de esas naciones. Los grandes escritores no
son aquellos que reflejan por medio de la escritura una época y un modo de vida
particulares. Los grandes escritores son ante todo los genitores de un modo
novedoso de concebir la realidad. También es cierto que, antes de alcanzar su
grado de madurez, las literaturas nacionales han debido de pasar por diferentes
fases de evolución. Así como la historia humana parte del mito, así también las
diversas literaturas nacionales han transitado, necesariamente, por una fase
mítica. El Quijote, libro que da inicio en occidente al género novelístico, no
hubiera sido escrito jamás de no haber existido previamente una obra, de la que
quizás jamás se llegue a saber el nombre de su autor, me refiero a El Cantar del mío Cid. Y sin El Quijote de
Cervantes la novelística occidental (y por ende la universal) no sería hoy la
misma.
En el caso de Colombia es la obra
de García Márquez, y especialmente su novela Cien años de soledad, la que introduce
el mito en nuestra literatura. A esto obedece el inusitado arraigo popular que
ha generado su obra. La fuerza, muchas
veces irracional, del pensamiento mítico aviva por igual la imaginación de
seres muy diversos que en otros contextos se presentarían como radicalmente
antagónicos. Igual fervor por los libros de García Márquez podemos encontrarlo
en alguien ubicado ideológicamente a la derecha del espectro político como en
un comandante guerrillero refundido en algún lugar de las montañas de Colombia.
Y es que la obra de García Márquez penetra a niveles muy profundos de la psique
del hombre colombiano, precisamente por la presencia de ese elemento mítico,
que actúa como agente cohesionador de nuestra aún incipiente identidad
nacional. El mito que subyace en Cien años de soledad y en general en la mayor
parte de la obra de García Márquez implica toda una poética además de ser
auténticamente colombiano, en él se fusionan elementos de la imaginería
religiosa, las leyendas y el folklore
rural popular con referentes de la violencia política nacional que se suman a
la exuberancia vital de la naturaleza que, en su obra, no aparece como en la novelística europea tan
solo como una simple decoración de fondo, sino que se convierte en un personaje
protagónico en sí mismo, que incide de manera real en el devenir de lo narrado.
A lo largo de toda la obra de García
Márquez se advierte una vigorosa
pulsión poética que llega incluso a emparentarse con el surrealismo en una obra
tan enmarañada, desde el punto de vista estilístico, como El otoño del
patriarca.
Pero si la obra de García Márquez
funciona plenamente como mito nacional es legítimo que se plantee el debate
en el ámbito estrictamente
literario. No es gratuito que críticos tan importantes como Harold Bloom hayan
optado por no incluir al escritor en su famoso canon. La inverosimilitud en
muchos pasajes de sus novelas plantea serios problemas que el crítico riguroso
no puede dejar pasar de largo. Aquella equiparación tan manida, y a mi modo de
ver un tanto chauvinista, que se ha hecho entre El Quijote y Cien años de soledad
, poniéndolas casi que en un mismo nivel, no tiene sustentación alguna en la
realidad ya que la primera es una obra en que se muestra, por medio de los
personajes de Sancho y El Quijote, la dualidad presente (vista hacia el
exterior) en la humanidad como colectivo social y (vista hacia el interior) del
alma humana individual. Los personajes de El Quijote, tanto Sancho como Don
Quijote obedecen a un ideario específico y actúan autónomamente conforme a
este, reflejando una visión muy propia e individual del mundo, más allá de toda
valoración subjetiva que necesariamente ha de existir. Así un lector cualquiera
puede calificar a Don Quijote de
idealista y a Sancho de materialista mientras que otro, invirtiendo los
polos valorativos, califique de loco a Don Quijote, y de sensato a Sancho, esto
dependiendo de la ideología y de la visión del mundo que tenga cada uno. El
plano de realidad en el que se desenvuelven los personajes en El Quijote no
puede entonces ponerse en duda. De ahí que El Quijote se encuentre en las
antípodas del mito, siendo esta la primera obra de carácter netamente realista
de la literatura universal.
En Cien años de soledad, a
diferencia de El Quijote las cosas simplemente
le suceden a los personajes, que ven como ante sus ojos se desatan los
sucesos más asombrosos e inexplicables que son tomados por sus testigos como
hechos naturales y mágicos al mismo tiempo. No existe aquí ningún atisbo de
pensamiento autónomo racional. Más pertinente, sería entonces, el equiparar a
Cien años de soledad con una obra como El Cantar del mío Cid al ser ambas obras
representativas del mito nacional en sus respectivos países, aunque una
comparación cualitativa tampoco cabe dado precisamente el carácter épico-mítico-poético
de ambas obras.
El mayor legado de García
Márquez, por lo que será reconocido en el futuro, es por haberle puesto el piso mítico a la literatura colombiana. Sin
embargo a esa “casa” le faltan aún las paredes, el techo y los acabados. Aún
esperamos a nuestro Cervantes o a nuestro Dickens. Y no, no estamos condenados
a ser eternamente el país del realismo mágico. Ojalá que no tengan que
transcurrir otros cien años para que tanto nuestra literatura como nuestro país
logren pasar, por fin, del mito a la realidad.