miércoles, 25 de marzo de 2015

POEMAS DE RITA DOVE (Traducción por Raúl Jaime Gaviria)

GUADAÑAZOS PARA LA                           
BeLLA ViLLA            
                " La literatura a tajo abierto"     

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Edición No. 181, marzo de 2015
Directores: 
Raúl Jaime Gaviria
Hernán Botero Restrepo 

Publicación de Revista Asfódelo


POEMAS DE RITA DOVE (Traducción por Raúl Jaime Gaviria)

Oración de Deméter para Hades

Sólo esto deseo para ti, el conocimiento.
Entender que cada deseo tiene un límite,
para saber en que medida somos responsables de las vidas
que cambiamos. Ninguna fe viene sin costo,
nadie cree sin morir.

Ahora, por primera vez
veo claramente el sendero que plantaste,
qué tierra se abrió para dilapidarse,
aunque soñaste con una riqueza
de flores.

                No existen maldiciones - sólo espejos
sostenidos en las almas de dioses y mortales.
Y entonces yo abandono también este destino.
Cree en ti,
continúa - mira adónde te lleva.




La tonadilla

Cuando yo era joven, la luna habló en acertijos
y las estrellas rimaron. Yo era un nuevo juguete
esperando ser recogido por mi dueño.

Cuando yo era joven, puse al día de rodillas al correr.
Había árboles para mecerse, grillos por atrapar.

Era apenas dulce, infinitamente cruel,
seductora y mimada en leche,
quemada por el sol y plateada y costrosa como un potro.

Y el mundo ya era viejo.
Y yo era más vieja que lo que soy hoy.


miércoles, 18 de marzo de 2015

Tres poemas de Yolima Andrea Zuleta

GUADAÑAZOS PARA LA                           
BeLLA ViLLA            
                " La literatura a tajo abierto"     

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Edición No. 180, marzo de 2015
Directores: 
Raúl Jaime Gaviria
Hernán Botero Restrepo 

Publicación de Revista Asfódelo


Tres poemas de Yolima Andrea Zuleta


De otros que no vemos

A uno debería alguien guardarle
un puesto, un lugar en la ausencia,
un sitio en el mundo, entre los libros,
una silla serena en un parque
poblado de árboles en meditación,
a la espera del regreso.

Debería
ese alguien conservar como sagrado
ese espacio en el bus, un rinconcito
en la cama como si estuviese
ya habitado

En consecuencia, tal vez,
uno nunca se iría del todo y quizá
fuera esa la fórmula de preservar
la existencia para siempre.


***


Maneras de acudir al viento
impregnarse en él
fundirse

                   difuminarse
explayarse

Sin mesura
sin carencias
sin deseos ajenos

Regresar liviano a la superficie
del bautizo que nos libera
de lo que fuimos

Caminar ligero liviano
y sin prisa.




Atropos

Cuando ya estábamos fascinados
con nuestros rostros sobrenaturales
los hilos del alma habían tejido
una red invisible entre nosotros
Un ángel desconocido
cortó con un fugaz gesto de dolor
esos hilos preciados de oro genuino
con los que vivíamos en el letargo del amor
Poco a poco dejamos de mirarnos
el destino desapareció
se diluyó en las cartas del oráculo
Amnésicos percibimos en el vacío
algo que nos ronda, nos enloquece
Buscamos en todo rastros de existencia
aquello que fue usurpado
Ahí seguimos en el intento de olvidar
esa sensación de abandono
cayendo sin mesura
en el telar inmenso de la poesía.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Anécdotas literarias con dos Daríos

GUADAÑAZOS PARA LA                           
BeLLA ViLLA            
                " La literatura a tajo abierto"     

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Edición No. 179, marzo de 2015
Directores: 
Raúl Jaime Gaviria
Hernán Botero Restrepo 

Publicación de Revista Asfódelo




Anécdotas literarias con  dos Daríos
Por Hernán Botero.


I

Las anécdotas que se leerán a continuación son, a mi modo de ver, una muestra del modus vivendi de los escritores que las protagonizan y para nada se pretende con ellas juzgar críticamente el valor de sus obras literarias; es decir, son interesantes y divertidas, cada una a su manera, lo cual es índice de su trascendencia.

Debo agregar aquí, que de ambas fui coprotagonista en un breve espacio de tiempo, motivo por el cual no recuerdo el orden en que se dieron.

Comenzaré por la anécdota vivida con el poeta y novelista Darío Jaramillo Agudelo. Se hallaba hace algunos años el excelente escritor, celebrado sobre todo por su poesía amorosa, en Medellín, invitado por la Universidad de Antioquia, para ofrecer una conferencia en el Aula Máxima del Paraninfo, cuyo tema era el de la influencia que había ejercido el modernismo en la canción popular latinoamericana.

Conocía yo a Darío desde la época en que terminaba el bachillerato y yo cursaba, sin el menor gusto, la carrera de derecho, que abandoné al concluir el tercer año de la misma. Darío por esos días ya escribía poesía y era para su edad un lector consumado de buenos autores de la época y de épocas anteriores. Nuestros modos de ser y la voracidad lectora de los dos nos convirtieron en excelentes amigos, y fueron muchos los escritores conocidos por mí que yo le revelé y que él leyó por mi recomendación.

Doy un pequeño salto aquí, hasta el día previsto para su conferencia en el Paraninfo: me encontraba en compañía de mi cara amiga Dora Helena Tamayo, que, al igual que yo, profesaba la docencia en Literatura de la Universidad de Antioquia. Nos encontramos con Darío una media hora aproximadamente antes del tiempo fijado para la conferencia en la llamada Librería del Paraninfo; yo presenté a Dora y a Darío, y nos enzarzamos, mientras mirábamos y ojeábamos diferentes libros en medio de un grato diálogo literario. De repente, Darío nos hizo la señal de que lo esperáramos un momento diciéndome que, al frente de nosotros, había un libro del que, estaba seguro, ni yo tenía noticias. Al momento regresó Darío con el libro en la mano y antes de mostrármelo me dijo:

̶ Vos me diste a conocer en la época en que terminaba mi bachillerato a escritores que me fascinaron como Gombrowicz y muchos otros, ahora me toca a mí darte a conocer uno que con seguridad no has leído. Acto seguido me mostró el libro, se trataba de uno de los tomos pertenecientes al excelente diario del autor español Andrés Trapiello titulado “Salón de los pasos perdidos”. De inmediato lancé una carcajada de agradable sorpresa, abrí mi bolso y extraje otro tomo perteneciente a la misma serie de Trapiello. A mi risa se unieron las de Darío y Dora Helena que, sin salir de su sorpresa, me dijo:

̶Esto no les pasa sino a ustedes.
Salimos de la librería y seguimos comentando, risueños, el insólito caso de los dos libros de Trapiello.

He pensado muchas veces a partir de lo que acabo de rememorar, que esta pequeña historia tiene que ver con tres cosas fundamentales: las afinidades electivas, el poder de la pedagogía viva y amistosa de la literatura y el azar.


II

La segunda anécdota nos traslada al campus de la Universidad Eafit, una tarde en la que el escritor Darío Ruiz Gómez daba lectura, en el Auditorio Fundadores, a un texto que se refería a Baudelaire y a la actualidad de su poesía. Yo estaba presente entre los asistentes por razón de que un amigo me había pedido que lo acompañara a escuchar la disertación de Ruiz Gómez (quien me conoce y a quien conozco) sin que podamos considerarnos amigos.

El texto leído por Darío Ruíz fluía bien, hasta el momento en que leyó, en su texto, lo agradecidos que deberían sentirse los admiradores del grandísimo poeta francés a Daniel Rops, porque en su obra pictórica había logrado plasmar de manera esencial el espíritu erótico de “Las flores del mal”.

Terminada la lectura me acerqué a Darío y lo felicité por su texto no sin dejar de decirle que había confundido al pintor Felicien Rops (amigo de Baudelaire) con Daniel Rops, un escritor católico del siglo XX de mediana calidad  y que escribió unas pocas y más bien mediocres novelas, además de una serie de libros acerca de la biblia. Ante esto Darío Ruiz exclamó, en un tono que denotaba molestia:

̶ ¡Ah! ¡Esta secretaria mía!

miércoles, 4 de marzo de 2015

CINCO POEMAS DE CAI TIANXIN

GUADAÑAZOS PARA LA                           
BeLLA ViLLA            
                " La literatura a tajo abierto"     

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Edición No. 178, marzo de 2015
Directores: 
Raúl Jaime Gaviria
Hernán Botero Restrepo 

Publicación de Revista Asfódelo




CINCO POEMAS DE CAI TIANXIN

Versiones de Raúl Jaime Gaviria


El verano retorna al Sur

El verano retorna al Sur
serpeando a lo largo de la línea costera
El otoño se arrastra deprisa
tomando ventaja en un campo
saturado de hojas secas

Yo escucho la canción del océano
apaciguando con suave voz primigenia

sobre un enorme arrecife ella se desnuda
yo escucho atento, desde mi niñez

el llamado de las estrellas


Un poema

Una
inocente
criatura
tendida
sobre
orillas de arena

en su cabellera
bailan
blancas nubes

devoradas
por el mar


Soñando con vivir en el mundo

Ramajes crecen desde las nubes
Pájaros alegremente vuelan hacia mis ojos
Jardines y nubes de humo vuelan sobre la casa
Ríos corren a través de mis brazos

La luna semeja un zafiro azulado
engastado en un anillo

Yo permanezco en los acantilados del oído
soñando con vivir en el mundo


Poema del pez

Me gusta mirar los autos móviles como palabras
Es fácil cambiar las raíces de las palabras
Haciendo un giro en U, por ejemplo,
Podemos encontrar un adjetivo
Auscultándonos en la carretera
Algunas veces ellas crean
Una frase totalmente nueva
Conduciendo el auto en medio del Pacífico
El agua del mar sabe cómo afinarlas
Nadamos móviles fuera del auto
El poema del pez ha surgido


Luz del sol

El sol es un mango
Que el día corta en rebanadas
Intacta está la noche
Nuestra boca tragaluz del sol
Fortalecido en nuestra sangre
Mientras dormimos sus rayos
Fluyen en nuestras venas
Viajan a través de nosotros
Y en su discurrir se encuentran
Con coágulos de luz