sábado, 28 de enero de 2012

A Gustavo Alvarez Gardeazábal



GUADAÑAZOS PARA LA                             
BeLLA ViLLA            
                " La literatura a tajo abierto"     

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Edición No. 5, enero  de 2012
Directores: Raúl Jaime Gaviria / Hernán Botero Restrepo
Publicación de Revista Asfódelo
Colaborador permanente: Rubén López Rodrigué
Correo electrónico: revistasfodelo@yahoo.com

Carta a Gustavo Alvarez Gardeazábal


Estimado Gustavo,

Usted no tiene por qué recordar nada de lo que le voy a contar, puesto que sucedió hace ya muchos años y yo en materia de cronología auto-biográfica no estoy seguro más que de el año en que nací. Estudiaba yo por aquel entonces Filosofía y Letras en la U.P.B. Ya había leído de usted una novela, creo que la primera suya: "La tara del papa" que encontré excelente y que en mi recuerdo me lo sigue pareciendo. Me he preguntado por qué es quizás la única novela suya que no se ha reeditado y la respuesta que me he dado es la de que sobre ella de alguna manera ha caido una interdicción de origen religioso-oficial. Sigo convencido de que esa novela debe de ser reeditada. Mucho admiré también su novela corta "La boba y el buda" que leí en la edición de Colcultura. Como todos los jovenes de mi tiempo leí su libro más celebrado al que encontré más poseedor de atributos propios de la crónica que de la novela, motivo por el cual me pareció que no superaba en calidad a la mágnifica "La tara del papa" y así sigo pensando hasta el día de hoy. Otro libro suyo que leí y encontré interesante es aquel que usted escribió sobre la tragedia de Armero, cuyo título no se me viene a la memoria en este instante. También disfruté mucho con "El bazar de los idiotas" y me gustó la producción televisiva con libretos de Martha Bossio. Le confieso que no he leido toda su obra aunque estoy pensando seriamente en emprender la lectura de "El capitán paraíso" que usted escribió luego de salir de una prisión en la cual nunca debió haber estado. Todo esto se relaciona con el lector parcial pero entusiasta que soy de su obra. Lo que sigue atañe más a lo personal. Usted y yo nos conocimos en la casa del hermano de un amigo común: Antonio Restrepo, mi recuerdo de esa noche es un poco triste. Yo pasaba por una crisis de identidad muy intensa y me sentí opacado y casi anulado por su brillante personalidad, hasta el punto de llegar a pensar: -Gustavo Alvarez Gardeazábal ha de haber creido que yo era un idiota- Por fortuna esa negra época de mi vida a la cual aludo ha quedado atrás y espero que lo mejor y más sociable de mí haya prevalecido hasta el momento. Hay dos cosas más que quiero recordarle: no se por que usted se interesó algún tiempo después por la poesía joven que escribíamos en Antioquia. El caso es que tengo memoria de haber recibido de usted por escrito un concepto muy favorable sobre un breve poema de mi autoría que llegó a sus manos. Lo último puede ser algo que lo llegue a sorprender. De uno de los hermanos Restrepo recibí hace ya muchísimos años en una copia a máquina encuadernada en pasta dura de color negro, una novela inédita suya, cuyo título he olvidado, que leí encontrándole valor y juzgando que merecía ser publicada luego de una cuidadosa revisión por parte suya y sigo pensándolo así. Entiendo que la novela es anterior a la primera que usted publicó y que continúo considerando su obra maestra. Esperé mucho tiempo a que se me reclamara la novela, pero ni directamente ni como portavoz suyo el amigo Restrepo me la reclamó. No crea que después de tantos años su obra inedita se ha extraviado pues todavía obra en mi poder. Al margen de que usted posea otra copia se que lo que le cuento tiene que interesarle. El hecho de que no recuerde el título de la novela se debe a las muchas calendas que hace que la leí, pero sí conservo el recuerdo de algunos episodios muy bien logrados. Quiero que le quede claro que conservo su novela, aunque por ser mi biblioteca muy amplia y caótica, no tengo ubicado el lugar exacto donde se encuentra.. En caso de usted requerirlo no tengo el más mínimo inconveniente en remitirle lo que le pertenece. El hecho que me determinó a enviarle este correo es el haber conocido una crítica suya a la novela de Evelio Rosero "La carroza de Bolívar" próxima a editarse y que encontré de una justeza analítica y valorativa poco común en nuestro medio. La deconstrucción que usted hace de la novela de Rosero a pesar de su brevedad es de una concisión excelente. Aunque yo he publicado poco, he escrito mucho y ahora con las posibilidades que me brinda la tecnología me he lanzado (en labor conjunta con un amigo escritor, poeta y magnífico novelista aun inedito) a la aventura de publicar un blog de crítica literaria llamado Guadañazos para la Bella Villa en el cual pretendemos dar cuenta valorativa de la producción literaria y crítico literaria en los ámbitos regional (antioqueño) y colombiano sin perder de vista el panorama mundial de la literatura. Precisamente ayer colgué un post sobre la problemática de la novela colombiana de la actualidad. Me sentiría muy orgulloso y contento de recibir algún comentario de parte suya acerca del blog y de ser posible y en caso de que halle valor en el, pueda ayudarnos en su difusión a través de los medios a los cuales esta usted vinculado en la actualidad. Estoy absolutamente seguro que este momento por el que atraviesa la literatura de nuestro país requiere de manera urgente de críticos con una capacidad discriminativa ajena a todo tipo de presiones bien sean estas editoriales, amicales o relativas a un gusto subjetivo- solipsista, como es el caso del gusto privado, la autocensura y el nihilismo radical, tipíco de aquel que juzga que lo que se escribe es o bien todo malo o bueno en su totalidad Espero que le gusten nuestros guadañazos que como lo expresamos en la declaración de propósitos de nuestro blog son simbólicos e incruentos, aunque eso sí, nadie que lo merezca va a salvarse de ellos, lo cual no implica que dejemos de reconocer el valor de obras y autores cuando el caso lo amerite. Por último permítame felicitarlo por su labor como periodista cultural, pero con mucho respeto le aconsejaría no abandonar el cultivo de la novela, a usted se le considera uno de los mejores novelistas de su generación. Sorpréndanos con algunas buenas novelas más que nos saquen un poco del ahogo al que estamos sometidos ante la constante frustración que nos produce (y aquí hablo por los lectores en general) la liviana apología de muchas pretendidas grandes obras que acaban por ser, una vez leídas con rigor, fenomenales fiascos siendo el caso de Rosero el último entre tantos (muchos de ellos incluso precedidos de ampulosos premios) que estoy seguro que usted conoce tanto como yo.


Con un abrazo sincero,

Hernán Botero Restrepo
Co-director
http://guadanazosparalabellavilla.blogspot.com