miércoles, 16 de enero de 2013

No solo de Bach vive el hombre


GUADAÑAZOS PARA LA                            
BeLLA ViLLA            
                " La literatura a tajo abierto"     

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Edición No. 54, enero  de 2013
Directores: Raúl Jaime Gaviria / Hernán Botero Restrepo
Publicación de Revista Asfódelo
Colaborador permanente: Rubén López Rodrigué
Correo electrónico: revistasfodelo@yahoo.com



No solo de Bach vive el hombre

Hernán Botero Restrepo


 Nietzsche escribió alguna vez
 (no lo cito al pie de la letra)
 que la música de Bach miraba hacia atrás,
 al medioevo,
 con una cara y con otra
 hacia el futuro.
 Estoy de acuerdo,
 Nietzsche acertó al decirlo,
 él, que en tantas torpezas incurrió
 cuando hizo alusión a los músicos.
 También escribió Nietzsche,
 (nuevamente no es al pie de la letra
 que lo cito), no es necesario hacerlo,
 que España, el país que había dado al mundo
 una música tan resplandeciente
 como la de “La Gran Vía” de Federico Chueca
 tenía asegurado un gran futuro.
 En esto me doy la mano con el autor de “El viajero y su sombra”.
 Yo puedo gozar con Bach,
 mi ídolo en música,
 pero ello no me impide
 sentir que me pervade la alegría
 si escucho  “La Gran Vía”
 del luminoso Chueca,
 y hay en ello algo más que lo que dice,
 según el evangelio,
 Jesús, al afirmar:
 “Dad a Dios lo que es suyo
 y a César lo que le corresponde”
 como si a este se le debiese algo.
 (Bach no es Dios ni Chueca es ningún César).
 Por ello soy capaz de disfrutar a la par
 “El elixir de amor” de Donizetti
  y “ La condenación de Fausto” de Berlioz,
 sin que me sienta para nada confuso
 al escuchar las bellezas de estas óperas,
 cada una en su dominio,
 y con su grado de maestría.

 Coda:

 Pero lector,
 no creas
 como Nietzsche,
 que la más bella música
 puede cambiar el destino de un pueblo.
 Cuantas no son las cosas necesarias
 para que un sueño así
 se transmute en futuro.
 Lo mismo afirmaría
 con mi mente, mi alma y mi sentir
 frente a Mozart y Ernesto Lecuona.
 ¡Que obras maestras son las zarzuelas del cubano !
  Y sin pudor alguno me atrevo a decir
 que si el mago de “La flauta mágica” regresara a este mundo
  de seguro, gozaría como el que más
  con “María de la O” y “Rosa la china”.