BeLLA ViLLA
" La literatura a tajo abierto"
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Edición No. 82, junio de 2013
Directores: Raúl Jaime Gaviria / Hernán Botero Restrepo
Publicación de Revista Asfódelo
Colaborador permanente: Rubén López Rodrigué
Correo electrónico: revistasfodelo@yahoo.comColaborador permanente: Rubén López Rodrigué
La ciencia ficción en Colombia: Osorio Lizarazo
Hernán Botero Restrepo
No hace mucho acaba de llegar al
mundo del mercado del libro del país una obra a la que vale la pena prestar
atención: se trata de la primera reedición de la novela de José Antonio Osorio
Lizarazo, el novelista que con realismo duro y auténtico plasmó en un grupo de
ficciones la imagen de la Bogotá de las décadas del treinta, cuarenta y
cincuenta del siglo pasado. Osorio Lizarazo, que también publicó los libros Hombres sin presente, El día del odio y El
camino en la sombra, pertenecientes todos ellos al género novelístico, es
un autor no muy difundido en el presente y solo hasta hace un par de años los
editores pusieron de nuevo su ojos en él.
La
novela recién exhumada tiene por título: Barranquilla
2132 y constituye uno de los primeros ejemplos de la ciencia ficción en
Colombia. Es preciso recordar que el
primer relato colombiano de ciencia ficción data del siglo XIX y fue escrito
por José Manuel Marroquín y que es, sin
más, una obra maestra.
Pocos años antes de que Osorio Lizarazo
escribiera su novela, el barranquillero José Felix Fuenmayor había escrito el
relato corto: Una triste aventura de
catorce sabios, reeditado simultáneamente con Barranquilla 2132 (Laguna libros, 2011) y que cualquier buen lector de ciencia ficción encontrará inferior
en mérito estético a esta obra del escritor bogotano que presenta las
características de un carrusel de tiempos. Escrita en 1932, conduce al lector desde
el año 2000 hasta el 2132, en una doble perspectiva como lo son la propiamente
fanta-científica y la histórico-sociopolítica. De acuerdo con Pedro Gómez
Corena (escritor contemporáneo de Osorio): “Hay que apreciar en la obra de Osorio Lizarazo
la documentación científica que informa el hilo de narración. En cuanto se
refiere a fuerzas dinámicas, mecánica orgánica, y energía atómica, y fluidos
minerales parece que está al tanto”. Este concepto que se lee en la
contra-carátula del libro, es idóneo por
demás.
En lo
que atañe a la parte ideológica, Barranquilla
2132 es una obra rica en reflexiones sobre la evolución social producida
entre las fechas aludidas (amén de que la fecha que forma parte del título se
encuentra aún muy lejos de cumplirse).
Quiero
hacer constar que el desenfoque ingenuo de algunas ideas del autor no es óbice
para invitar a la reflexión por parte del lector. Y para finalizar es justo señalar
que el protagonista es para la época en la cual se gestó la novela un personaje
fuera de serie en el mejor de los sentidos, así como lo es el aura de tragedia
que se cierne sobre el texto.
A pesar de los más de ochenta años que nos
distancian de la concepción de la obra,
esta se mantiene viva; resistiendo el paso del tiempo y se enmarca dentro de un
muy merecido revival de este autor
bogotano pues tres de sus novelas sociales acaban de aparecer bellamente
editadas.